La importancia de cocinar II

Continuación del post: “La importancia de cocinar I”

Descubre las posibilidades de cocinar para la salud, más allá de la “ensalada y carne a la plancha”

Definimos la cocina como un auténtico arte que requiere técnica y sensibilidad, un taller de alquimia, de transformación energética de los alimentos, donde el resultado, además de ser agradable al paladar, debe ser superior al alimento en bruto: es la cocina como cultura.

Utilizaremos siempre alimentos de la mejor calidad, de cultivo biológico a ser posible. El agua será de manantial o filtrada. El fuego preferentemente de gas. La sal, siempre marina sin refinar.

Actualmente no se valora en absoluto, ni por los grandes chefs de cocina, la manipulación y el procesamiento de los alimentos más que desde el punto de vista organoléptico. Se ignora por completo cómo se cambia la energía de un ingrediente a través de la práctica culinaria, así se han desarrollado la nueva cocina, la cocina de fusión…

Debemos saber que las diferentes formas de preparación de los alimentos nos producen un estado energético determinado y aprender a utilizar desde los ingredientes, las diferentes formas de corte de las verduras, los modos de cocción, los condimentos… como poderosas herramientas en el mantenimiento y recuperación de la salud.

Formas de preparación de los alimentos

Dependiendo de las transformaciones que hagamos de los alimentos de partida, podemos conseguir unos resultados bien diferentes como vemos en la tabla siguiente.

Tabla La importancia de cocinar II

Tabla 1. El yin y el yang en las formas de cocción

La tabla nos muestra que hay muchas formas intermedias entre la ensalada y la carne a la plancha, que son dos formas extremas energéticamente hablando. No hay formas mejores ni peores de cocción sino que dependiendo de nuestra condición deberemos utilizar unas u otras. Por eso es imprescindible manejar la comprensión energética de nuestra salud.

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