La medicalización de la salud femenina II

medicalizacion2

El post de hoy se podría titular “Vamos a contar mentiras”. Hay tantas mentiras en torno a los temas de salud femenina, que como mujer, siento la obligación moral de compartir estos pensamientos con vosotr@s.

Continuación del post: «La medicalización de la salud femenina I»

Es normal en conversaciones entre mujeres sanas hablar de “mi ginecólogo” ¿Qué particularidad tiene nuestro aparato reproductor para que estando sanas tengamos que ir al ginecólogo? Pensemos por un momento en que tuviésemos que ir al cardiólogo o al hematólogo a hacernos todo tipo de pruebas durante toda nuestra vida, aún estando sanas.

  • Mentira nº1

«Todas las mujeres debemos ir al ginecólogo cada año, a hacernos una revisión con ecografía vaginal…»

  • Verdad nº1

La ecografía y el típico análisis de sangre que suelen formar parte de la exploración ginecológica son prescindibles: no hay certeza de que sirvan para prevenir el cáncer de útero, ni el de endometrio, ni el de ovario.

  • Mentira nº2

«Hay que hacerse mamografías y citologías cada año. Cuanto antes empecemos mejor, para poder hacer una detección precoz del cáncer»

  • Verdad nº2

No hace falta someterse a estos test en todos los casos ni mucho menos cada año. La radiografía de la mama se aconseja cada dos años a partir de los 50 y la citología cada tres años, una vez que se inician las relaciones sexuales y se han obtenido dos primeros resultados negativos en sendas pruebas consecutivas anuales. Por otra parte las pruebas no son 100% fiables.

  • Mentira nº3

«Hay que vacunarse para prevenir el cáncer de cuello de útero con la vacuna del virus del papiloma humano porque la vacuna es 100% eficaz»

  • Verdad nº3

La vacuna, además de que no protege contra todos los tipos de VPH que llevan al cáncer de cuello uterino, tiene efectos secundarios como desmayo, vértigo, náuseas, dolor de cabeza, trombosis venosas…

  • Mentira nº4

«Todas las mujeres nos tenemos que hacer una densitometría para ver como tenemos los huesos después de la menopausia y debemos tomar pastillas para prevenir las posibles fracturas de huesos»

  • Verdad nº4

Hay muchos más factores que determinan la probabilidad de una mujer de tener una fractura que la densitometría. La influencia de la edad como factor de riesgo de fractura es siete veces mayor que la pérdida de masa ósea densitométrica.

Esta breve enumeración deber servir para despertar en tod@s al duendecillo del sentido común. Como decimos en otro escrito, nuestra salud es demasiado importante como para delegarla en otros, en este caso la industria farmacéutica y algunos sectores de la clase médica. La ginecología es la especialidad médica más utilizada por las mujeres. ¿Acaso ser mujer tiene que ver con algún tipo de debilidad? ¿Acaso producir hormonas sexuales es causa de enfermedad?

La auténtica prevención tiene más que ver con practicar unos hábitos de vida saludables que con radiarse periódicamente y medicarse «por si acaso»

Continúa en el post: «La medicalización de la salud femenina III»

ESC para cerrar

error: Contenido protegido.