Alimentos que nos protegen frente al sol

¿Sabías que la piel se renueva cada 28 días? Descubre cuáles son los alimentos más indicados para tener una piel joven y tersa. La cara es el espejo del alma o lo que es lo mismo: el exterior es un reflejo del interior.

Continuación del post: «El sol y el cáncer de piel»

Los factores que contribuyen al deterioro de la piel son la exposición al sol sin protección, el tabaco, la contaminación ambiental, los hábitos de vida inadecuados y un mal funcionamiento de los riñones. Como la piel se renueva cada 28 días, podemos cuidar mucho nuestra alimentación para aportar los nutrientes necesarios para esa renovación celular.

El agua, lo más importante

La hidratación de la piel se consigue mediante el agua que contienen los alimentos y el agua de bebida. Debemos usar un agua de calidad, que puede ser filtrada o embotellada al menos, ya que al ser el agua el disolvente universal, la que sale del grifo, aunque se considera potable porque está libre de microorganismos, lleva muchas sustancias químicas toxicas en disolución, además de los contaminantes que lleva en suspensión. Las verduras y las frutas contienen más de un 96% de agua, las legumbres hervidas en torno al 90% y el arroz integral hervido el 70%. Dependiendo del balance de nuestra dieta, no necesitamos beber más que si tenemos sed.

Las grasas

Son nutrientes imprescindibles para tener la piel estructurada y tersa. Los ácidos grasos monoinsaturados los encontramos en el aceite de oliva de nuestra alimentación diaria, cualquier aceite que consumamos debe ser de calidad virgen extra y biológico.
Las grasas poliinsaturadas, es decir los ácidos grasos omega 3 y omega 6 nos los proveen las semillas de sésamo, de girasol, de calabaza, de lino… que podemos consumir ligeramente tostadas.

Estos ácidos grasos también están presentes en los pescados azules que incluiremos en nuestra dieta con moderación si lo deseamos.

Las proteínas

Son los constituyentes básicos de la piel. Un consumo adecuado de proteínas resulta fundamental para la renovación y buen aspecto de nuestra piel. Las podemos encontrar en los cereales integrales biológicos, en las legumbres, los frutos secos y semillas, en los pescados, huevos, carnes blancas… (Excluimos las carnes rojas y los productos lácteos, de nuestra alimentación saludable).

Si damos preferencia a las proteínas de calidad vegetal, nuestra piel resplandecerá ya que su metabolismo produce menos toxinas.

Los hidratos de carbono

Los tomaremos principalmente de los cereales integrales, las verduras y las frutas. Estos alimentos on las principales fuentes de antioxidantes como veremos a continuación.
La vitamina E está presente en el germen de los cereales integrales además de las semillas oleaginosas que tomaremos como aporte de ácidos grasos.

Por su acción antioxidante neutraliza a los radicales libres que son una de las causas de las denominadas manchas seniles. También está presente en las verduras de hoja verde.
El beta caroteno o provitamina A que se transforma en vitamina A conforme nuestro cuerpo la necesita, también tiene acción antioxidante y abunda en las verduras de color naranja como las calabazas y las zanahorias.

La vitamina A que es esencial en la renovación de la piel y las mucosas es muy abundante en el alga nori.

Las vitaminas del grupo B intervienen así mismo en el buen estado de la piel y en los procesos de renovación celular. La fuente principal son los cereales integrales.

La vitamina C que es también un poderoso antioxidante está en todas las verduras y frutas, entre las verduras elegiremos las más equilibradas desde el punto de vista energético como la col, coliflor, brócoli… y el choucrout. Entre las frutas elegiremos las de clima templado con preferencia a las frutas tropicales que serán de consumo ocasional.

El licopeno, que es otro poderoso antioxidante, no está sólo en el tomate como la mayoría conoce, lo podemos encontrar en la pulpa de la manzana y en el albaricoque que de nuevo son alimentos más equilibradores desde el punto de vista energético.

Los minerales

Por último el selenio, que es un mineral con acción antioxidante, el zinc que forma parte de nuestra epidermis, el hierro que es esencial para la correcta oxigenación de la sangre y el azufre que es indispensable para la síntesis de queratina, están presentes en cantidades suficientes en los cereales integrales, las legumbres y las verduras. Las algas marinas comestibles son los alimentos más ricos en minerales altamente asimilables.

En cualquier tabla de composición de alimentos podemos ver que algunos son excepcionalmente ricos en tal o en cual nutriente y tendemos a preferir esos alimentos porque son los que tienen más selenio, o más vitamina C y nuestro discurso, tiene que ver no tanto con valorar la cantidad de tal o cual nutriente, sino en qué tipo de alimentos está presente, ya que sólo mantendremos la salud si respetamos las leyes del equilibrio energético. Por ejemplo si tomamos muchos cítricos como aporte de vitamina C podemos debilitar a nuestros riñones y os recuerdo que la piel es el tercer riñón, si tomamos muchos frutos secos, ricos en vitamina E podemos sobrecargar al hígado ya que contienen mucha grasa y son difíciles de digerir.

Los alimentos de elección para mantener una piel sana son:

    • Los cereales integrales y las legumbres, en todas sus formas donde encontraréis principalmente vitaminas del grupo B y vitamina E.
    • Las zanahorias, calabazas, verduras de hoja verde y alga nori donde abundan principalmente los beta carotenos y vitamina A.
    • La col, coliflor, brócoli, espinacas, fresas, frambuesas, mandarinas, grosellas, melocotones como aporte de vitamina C.
    • Las semillas y los frutos secos donde encontraréis, además de minerales hierro selenio, zinc… ácidos grasos omega 3 y omega 6.
  • Los pescados y frutos del mar son ricos en minerales y ácidos grasos al igual que las semillas oleaginosas.

Luego podemos hacer una dieta básicamente vegetariana, admitiendo la inclusión de algo de pescado y/o frutos del mar, según nuestra condición. La dieta deberá girar en torno a los cereales y las legumbres cocinados, incluirá verduras 2/3 cocinadas y 1/3 crudas, un poco de fruta de la estación, dando preferencia a la de clima templado. Tomaremos pequeñas cantidades de semillas y/o frutos secos como complemento y cocinaremos con aceite de primera presión en frío.

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