Bolas onigiri

El onigiri es un plato tradicional que se remonta al Japón del siglo XI. El registro más común es que los samuráis llevaban bolas onigiri como “bocadillo” a las batallas.

Esto se debe principalmente al hecho de que las bolas onigiri se pueden conservar durante un largo período de tiempo por lo que no es necesario comerlas de inmediato, como ocurre con muchos alimentos cocinados. En otras palabras, son un gran recurso.

Son un excelente aporte de hidratos de carbono de absorción lenta, que nos los proporciona el arroz integral, así como de proteínas vitaminas y minerales, que nos aporta el alga nori. A esto le sumamos el efecto inmunoestimulante y antifatiga de la ciruela umeboshi.

La combinación de sus ingredientes junto a la forma de preparación hace de este preparado un gran recurso para aumentar la resistencia, tanto física como mental.

Ingredientes:

Modo de preparación:

Lavamos el arroz integral en varias aguas y lo escurrimos en un colador. Una vez limpio, lo ponemos en una olla a presión con dos partes y media de agua filtrada o embotellada por cada parte de arroz, añadimos un poco de sal marina. Cuando la olla alcanza el punto de presión se baja el fuego, se mantiene bajo durante 45 minutos y lo dejamos reposar 15 minutos más.

El arroz debe quedar un poco pastoso porque se maneja mucho mejor para hacer las bolas.

Esperamos a que el arroz se enfríe un poco y cuando está todavía templado, nos mojamos las manos y vamos dando forma a una bola apretando bien; el tamaño es el que cabe entre las manos. Podemos hacer media docena.

A continuación, con el mango de una cucharilla, hacemos un pequeño orificio en cada bola para introducir una pequeña cantidad de puré de umeboshi (como de una avellana más o menos). Volvemos a dar forma a las bolas apretando bien con las manos húmedas.

Cuando ya tenemos rellenadas las 6 bolas, tostamos ligeramente a la llama varias láminas de alga nori y las cortamos en cuatro partes. Nos humedecemos las manos y colocamos un trozo del alga en la palma de la mano, ponemos encima la bola y cubrimos la bola con otro trozo de alga. Apretamos bien con las manos para conseguir que el alga se adhiera al arroz.

El resultado son unas bolas negras muy fáciles de transportar y de conservar, son un recurso que, como decíamos antes, proporciona mucha resistencia ya que el puré de umeboshi, además de actuar como conservante, alcaliniza el medio interno y es por tanto un gran defatigante.

Nota:

En YouTube hay muchos tutoriales de cómo hacer las bolas onigiri, elegir exclusivamente el que muestre la forma de preparación e ingredientes que describo en la receta.

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