Dietoterapia y cáncer VIII

Dietoterapiay cancerVIII

Hoy concluimos esta serie de post sobre la dietoterapia en el cáncer definiendo el decálogo de la dieta curativa en el cáncer.

Continuación del post: «Dietoterapia y cáncer VII»

Retomando el comienzo del artículo en Dietoterapia y cáncer I para utilizar la dieta como elemento regulador en el cáncer debemos utilizar alimentos y/o nutrientes que cumplan los cuatro requisitos enumerados. No es suficiente con que tomemos sólo alimentos alcalinizantes y antioxidantes como leemos en muchas publicaciones.

El conjunto del menú debe crear una condición del medio interno que respete los parámetros de la salud-vida. Por lo tanto deberemos conocer los aspectos que influyen en tanto en la oxidación, en la alteración de la resistividad, en la acidificación o en el delicado equilibrio Na/K. Hablamos de la desnaturalización de los alimentos, de la adición de pesticidas y abonos químicos, del exceso o defecto de sal en la comida, etc.

Es decir, el criterio clásico de la nutrición analítico-calórica como aporte de nutrientes no es válido para restablecer la salud, sólo sirve para nutrir pero no para vitalizar. Los alimentos deben ser vistos como poderosas medicinas que nos van a permitir el que los elementos de la Medicina Biológica, como son los preparados homeopáticos, los complementos alimenticios, la fitoterapia, etc. tengan una actuación precisa y de inestimable ayuda en la recuperación de la salud.

Debemos enseñar al paciente a suprimir los “comestibles” de la dieta, a consumir alimentos integrales y biológicos. Los alimentos animales no representarán más del 15% del total ingerido al día y deberemos contemplar las formas de preparación de los mismos. De modo que será el propio paciente el que, a través de una cambio profundo en sus hábitos de vida, consiga la curación, siendo la función del médico simplemente la de un catalizador. Debemos ser por encima de todo, Educadores de la Salud.

El decálogo de la dieta curativa del cáncer

  1. No debe incluir comestibles, ni estar centrada en nutrientes “milagro”.
  2. Debe estar formada por alimentos naturales, integrales, biológicos y equilibrados en la relación Na/K.
  3. Debe ser básicamente vegetariana, girando en torno a los cereales y las legumbres cocinados.
  4. Los alimentos de origen animal no deben superar el 15%.
  5. Debe contemplar la proporción de los distintos grupos de alimentos: cereales, legumbres, verduras y frutas.
  6. Debe indicar la frecuencia de consumo de los diferentes menús: diario, semanal, ocasional, etc.
  7. Debe indicar la proporción entre lo crudo y lo cocinado.
  8. Debe especificar los modos de cocción: hervido, al vapor, a presión, etc.
  9. La cantidad de alimento estará en función del apetito individual y del metabolismo del paciente.
  10. Debe estar adaptada a la estación y al lugar, al sexo, edad y condición de la persona.

Nota:

Todo lo publicado en este artículo es información general que no sustituye a una dieta personalizada para cada tipo de persona diagnosticada de cáncer.

 

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