Diferencia entre alergia e intolerancia alimentaria

Las reacciones adversas a los alimentos se confunden frecuentemente con las alergias alimentarias. En muchos casos, dichas reacciones se deben a algún otro factor, quizás una intoxicación alimentaria, una aversión psicológica a un alimento, o una incapacidad para digerir algún ingrediente de un alimento.


Las intolerancias alimentarias

La intolerancia alimentaria afecta al metabolismo, pero no al sistema inmunológico del organismo. El ejemplo más común es la intolerancia a la lactosa, que no es sólo la insuficiencia de la enzima lactasa la que impide la correcta absorción de la lactosa, sino que muchas veces va a acompañada de malabsorción de las proteínas de la leche. Gran número de bebés tienen este problema al consumir leche de fórmula (de vaca) o incluso la leche materna. Esto último ocurre frecuentemente con madres que han consumido leche y derivados así como carne de ternera, de manera continua durante la gestación y la lactancia. Otras veces la intolerancia a la lactosa aparece más tarde, incluso en la edad adulta.

Según el grado de intolerancia, se puede producir desde un rechazo inmediato a toda clase de leche, hasta síntomas de difícil diagnóstico, ya que una malabsorción de la lactosa, produce una acumulación de gases en el intestino que producen dolor abdominal e incluso dolor de estómago y vómitos. Este es un ejemplo de efecto rápido sobre la salud.

Otras intolerancias comunes son al huevo y al pescado. En todos los casos las intolerancias se deben a déficits enzimáticos que impiden la adecuada metabolización del nutriente en cuestión. En todos los casos de intolerancias alimenticias además de evitar específicamente aquello que no digerimos bien, es esencial evitar el sobreconsumo de dulces, frutas, harinas refinadas, refrescos y otros alimentos energéticamente yin ya que este grupo de alimentos favorecen las enfermedades de deficiencia; en este caso nos referimos a deficiencias enzimáticas. Como las intolerancias muchas veces son la antesala de las alergias, es necesario corregir nuestra alimentación más allá de evitar exclusivamente  los alimentos que no digerimos bien. Insistimos mucho en este punto ya que todos los test de intolerancias alimenticias le dicen al paciente qué alimentos debe evitar como consecuencia de su enfermedad, pero ninguno  explica cual es la causa que produce la intolerancia.

Las alergias alimentarias

La alergia alimentaria es una forma específica de intolerancia a un alimento o uno de sus componentes, que activa el sistema inmunológico. Este sistema en los alérgicos reacciona de manera exuberante y percibe a sustancias normalmente inocuas como si fueran una amenaza.

El alérgeno, que es la proteína del alimento causante de la reacción, que activa la producción de anticuerpos como la IgE, estos anticuerpos provocan la secreción de histamina, leucotrienos y prostaglandinas. Estas sustancias son responsables de los síntomas alérgicos, como picor, moqueo, tos o trastornos respiratorios.

Afortunadamente, la mayoría de las reacciones alérgicas a los alimentos son relativamente leves, excepto en el caso de un número reducido de personas que experimentan una reacción grave con peligro de muerte, que se conoce como anafilaxia. Una reacción anafiláctica se puede producir a los pocos minutos de la exposición y requiere tratamiento médico inmediato.

El fortalecimiento del sistema inmune pasa por hacer un profundo cambio de hábitos alimenticios para restablecer las condiciones de equilibrio del medio interno como son el equilibrio ácido/base, el equilibrio óxido/reducción, el balance en la concentración de electrolitos y la relación Na/K.

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