El equilibrio ácido base y la sal

Hoy queremos profundizar en un tema el que se habla y se escribe mucho, en ocasiones con falta de rigor. Nos referimos a la acidez y alcalinidad de los alimentos, de la dieta, del medio interno, etcétera.

Todos los alimentos naturales contienen elementos formadores de ácidos y formadores de álcalis. Según la bioquímica moderna son los minerales inorgánicos presentes en los alimentos los responsables del efecto acidificante o alcalinizante.

La tabla periódica de los elementos nos muestra los diferentes grupos en forma de columnas, desde los metales alcalinos hasta los no metales, finalizando con los halógenos y los gases nobles.

Son alimentos formadores de ácido aquellos que en su metabolismo liberan elementos no metálicos como el azufre, el fósforo, el cloro y el yodo. 

La mayor parte de las proteínas contienen azufre y fósforo. En su metabolismo se forman ácido sulfúrico y ácido fosfórico que deben ser neutralizados por el amoniaco, el calcio, el magnesio, el sodio y el potasio antes de ser eliminados por vía renal. Este es el motivo por el que los alimentos de origen animal, muy ricos en proteínas, son formadores de ácidos.

Lo mismo puede decirse, aunque en mucho menor grado de los alimentos constructores de origen vegetal como los cereales y las legumbres. Las purinas resultantes de su metabolismo son diferentes a las de la carne y menos acidificantes.

Son alimentos formadores de álcali los que en su metabolismo liberan elementos metálicos como el sodio, el potasio, el calcio, el magnesio y el hierro.

En las frutas y en la mayor parte de las verduras los ácidos orgánicos que contienen están formando parte de sales ricas sobre todo en potasio y calcio. Cuando estos ácidos orgánicos se oxidan, además de producir anhídrido carbónico y agua, liberan las bases asociadas que sirven para neutralizar los ácidos fuertes procedentes del metabolismo de las proteínas. En este caso la dieta se alcaliniza básicamente a través del potasio y el calcio que son elementos químicos yin.

Por el contrario, con los condimentos macrobióticos (miso, tamari umeboshi), al liberarse las bases asociadas, la alcalinización de la dieta se produce a través del sodio y magnesio fundamentalmente, que son elementos químicos yang.

Tabla 1. Cantidad de minerales en un adulto de 70 kilos

 

Tabla 2.  Necesidades diarias

En las tablas precedentes podemos observar que, tanto en nuestro organismo, como en las necesidades diarias, predominan los elementos químicos alcalinizantes.

Cuando la acidificación del medio interno se ha producido por un sobreconsumo de alimentos refinados y azúcar es necesario alcalinizar con sal marina y alimentos ricos en sodio y magnesio como los condimentos orientales citados más arriba.

Por el contrario, si la acidificación la ha producido un consumo excesivo de alimentos de origen animal, deberemos alcalinizar con las verduras y frutas, ricas en potasio y calcio.

En la medicina natural se tiende a alcalinizar con alimentos ricos en potasio en todos los casos y se demoniza al sodio, cuando ambos son alcalinizantes solo que pertenecen a diferente periodo (fila), en la tabla periódica. Incluso hemos leído en algún libro que el sodio acidifica, cuando en la tabla periódica este elemento químico está en junto al resto de los metales alcalinos.

Una vez más la comprensión del yin y el yang es esencial para abordar con éxito la recuperación de la salud.

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