Formas básicas de cocinar las sémolas y los copos

Las sémolas

Son un tipo de harina gruesa. Las más conocidas son la sémola de maíz y de trigo, pero se pueden obtener sémolas de todos los cereales. Si queremos que resulten más sabrosas las podemos tostar antes de cocinarlas.

La sémola de maíz o polenta

Es un producto de origen italiano y la forma básica de prepararlo sería utilizando dos tazas de agua filtrada o embotellada por cada taza de sémola y un poco de sal marina. Se añaden la polenta y la sal cuando el agua está hirviendo y se remueve constantemente con una cuchara de madera o con un batidor y a continuación se baja el fuego. Hay que seguir removiendo  ya que tiende a hacer grumos y las burbujas de la ebullición salpican mucho. Su volumen aumenta mucho al cocinar, luego si somos principiantes debemos empezar con cantidades pequeñas… El tiempo aproximado de cocción es de treinta minutos. En algunos casos es necesario añadir más cantidad de agua.

La sémola de trigo o cuscús

La forma de prepararlo tradicional es un poco compleja y requiere una cuscusera. Es mucho más práctico hervirlo. Usaremos dos tazas de agua filtrada o embotellada por cada taza de cuscús y un poco de sal marina. Se añaden el cuscús y la sal cuando el agua está hirviendo se remueve un poquito, se baja en fuego el mínimo y en cinco minutos ya está hecho.

El bulgur

Es un preparado obtenido a partir del trigo o de la espelta, primero se germinan los granos a continuación se secan y se trocean y el resultado es como el de una sémola gruesa. La forma básica de cocción es de dos tazas de agua filtrada o embotellada por cada taza de bulgur y un poco de sal marina. Añadimos el bulgur y la sal cuando el agua está hirviendo, removemos un poco, bajamos el fuego al mínimo y cocinamos unos veinte minutos.

Los copos de cereales

Se cocinan mucho antes que los granos ya que muchas veces han sido sometidos a procesos de calor con presión y en otros ha habido un precocción previa. Igual que las sémolas si los tostamos previamente resultan mucho más sabrosos. Los más populares son los copos de avena y podemos empezar por ellos.

Para prepararlos seguimos la regla de dos tazas de agua filtrada o embotellada por cada taza de copos. Añadiremos siempre una pizca de sal a la cocción independientemente de que vayamos a preparar un plato dulce o salado. El tiempo de cocción es variable, entre quince y treinta minutos, según el resultado que deseemos obtener. Igual que con la polenta, hay que remover constantemente para que no se peguen.

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