La introducción de alimentos sólidos en los bebés

Cuando nacemos  lo hacemos en un estado de desarrollo muy precario, de hecho nuestro sistema nervioso sólo se ha desarrollado en un 23% y nuestro a aparato digestivo es muy inmaduro y solamente tolera la leche materna.

La leche es el único alimento adecuado mientras somos lactantes. De hecho la leche es un alimento para ser mamado, mientras la cría de la especie que sea no tiene dientes. Lactante es el que mama y el que mama todavía no tiene dientes, solo hay succión, ni insalivación, ni masticación… la leche materna es el único alimento específico diseñado por la naturaleza  y por lo tanto altamente digestible para los niños.

Es la aparición de los dientes la que nos habla de la maduración de los órganos internos y consecuentemente de la tolerancia a alimentos que no sean la leche de mamá. El destete que siempre es progresivo, precisamente comienza con la aparición de los primeros dientes. El momento de la aparición de los primeros dientes es muy variable, hay niños que con cinco meses ya empiezan a “enseñar” los incisivos y otros con diez meses no dan ninguna muestra de  que los dientes vayan a aparecer. Unos niños tienen una velocidad de maduración de los órganos digestivos más rápida y otros más lenta, tener en cuenta este aspecto es esencial para entender cuando introducir los alimentos sólidos.

La aparición de los dientes

Vamos a distinguir tres etapas en la aparición de los dientes y en la introducción de alimentos sólidos:

  • Los primeros dientes en salir son los incisivos que sirven para morder o cortar. Esto nos habla de las verduras y/o las frutas.  Habitualmente esto acontece hacia los seis meses.
  • En segundo lugar aparecen los premolares (las muelitas de leche,) que sirven para moler y lo que se muele son los granos. Estaríamos en el momento de introducir los cereales y posteriormente las legumbres…  Suelen salir hacia los nueve meses.
  • En último lugar salen los caninos que son unas piezas que sirven para desgarrar la carne. Este tipo de dientes solo los tienen los animales carnívoros y los omnívoros como nosotros. La aparición de esas piezas nos da la pista de que ya podemos introducir el alimento animal. Normalmente salen cuando el bebé tiene un año.

Pero entonces, ¿qué pasa cuando al bebé con 4 meses ya hay que darle cereales sin gluten y a los 5 meses papilla de futas diariamente y a los 6 meses filete de ternera también todos los días?

Las recomendaciones pediátricas actuales se hacen en función de la edad, para alcanzar unos estándares de peso y talla. Pero, ¿es saludable hacer las cosas así?

Cuando introducimos muy tempranamente los alimentos sólidos, dañamos a veces de modo permanente la delicada pared intestinal del bebé y creamos lo que se ha dado en llamar el «síndrome del intestino agujereado». Ya tenemos la condición que va a dar posteriormente las intolerancias alimenticias, las alergias, el síndrome del intestino irritable, la colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn…

Si las cámaras frigoríficas para conservar la fruta y las picadoras eléctricas no existían hasta hace dos generaciones, es decir si todos nuestros antepasados no ha comido carne cuando no tenían dientes, ni fruta cuando no estaba madura en los árboles… tendrían alguna secuela de las carencias sufridas durante esa etapa tan vulnerable. Pensemos ahora desde grandes sabios, grandes conquistadores, grandes científicos, grandes artistas, grandes místicos… ningún personaje histórico relevante tomó  frutas y carne antes de tener dientes.

Conclusión

Mi experiencia de muchos años de consejo nutricional en la etapa pediátrica me permite afirmar que la introducción de alimentos sólidos debería indicarse en función de la maduración digestiva en vez de en función de la edad.

Nota:

Justo mientras escribía este post se ha publicado una noticia desde la pediatría oficial reconociendo que es una barbaridad que los niños tomen carne a partir de los 6 meses, reconociendo que la sobrealimentación en etapas tan tempranas, lleva a la obesidad. ¡Algo es algo!

ESC para cerrar

error: Contenido protegido.