La Medicina basada en la evidencia

Hoy vuelvo a publicar un post del año 2013 por su enorme interés. Espero que lo disfrutéis.

Hace aproximadamente un mes recibo una llamada de una persona próxima a mi entorno a propósito de un sangrado en la orina después de haber hecho una carrera de 10 kilómetros. Es un hombre que está un poco asustado y le explico que correr por sí mismo no produce sangrados, por lo que debe ir al médico a que le hagan un diagnóstico que nos aclare, si pudiera haber un problema de fragilidad capilar, de litiasis, o de próstata…

Cuando acude a mi consulta adjunta un TAC donde se ve una imagen cálcica en un riñón que puede corresponder a litiasis y una analítica que no revela nada anormal.

El médico le recomienda simplemente que beba mucha agua y le dice que está perfectamente y que esa posible piedra que tiene, puede ser la causa del sangrado, que vaya viendo cómo evoluciona.

Yo pauto una dieta para que la siga durante un mes, según el nivel funcional de sus órganos, el resultado de su perfil bionutricional, es decir una dieta personalizada y adecuada a su desequilibrio.

Pasado el mes donde ha corrido dos carreras, me escribe y me cuenta lo siguiente:

Como soy corredor de maratón desde hace más de 20 años, participé en la Behobia/San Sebastián porque tenía el dorsal pagado desde marzo y es una carrera/fiesta… y el resultado es, que además de acabar eufórico no sangré nada.

El lunes siguiente era el último día para apuntarse al maratón… pero como había dejado pasar dos entrenamientos serios con lo del urólogo y demás, había decidido no apuntarme, pero después de la experiencia de la carrera anterior, me apunté a media maratón y aquí empieza la historia, sin haber hecho el entrenamiento adecuado, he hecho el mejor maratón de toda mi vida.

La sensación de correr por debajo de 5 minutos el kilómetro, rindiendo bien, sin sudar, sin sentirme vacío en los últimos kilómetros, con fuerza… mi mejor tiempo 1 hora, 43 minutos, 12 segundos.

Fue correr disfrutando. Terminé tan entero el medio maratón que después de recoger la medallita, cuando llegaban mis colegas que daban otra vuelta más al circuito, porque estaban apuntados al maratón completo, decidí irme con ellos, porque como te digo, me encontraba muy bien, muy bien, muy bien y terminé el maratón con ellos como una moto.

No acaba aquí la cosa, un amigo mío que también corría aún no había llegado, entonces me fui en dirección contraria hasta encontrarle y volví con él. En total 46 o 47 kilómetros el domingo por la mañana. Luego me fui a casa, me duché, comí un poco y a trabajar hasta las 8 de la tarde.

Después de correr este maratón, no he tenido la sensación de desastre de otros años, ni dolores musculares, ni nada de nada. No tuve necesidad de pararme, ni de beber nada, antes sudaba muchísimo y esta vez nada… la carrera ha sido un placer, lo más parecido a volar…

Te leo todos los días y creo que mi edad biológica ha debido mejorar sensiblemente, llevo una semana sin fumar… la dieta se hace un poco dura pero como ves me compensa en muchos aspectos, no solo el correr, me encuentro muy bien, mi tránsito intestinal ha mejorado, etc.

Me parece tan esclarecedor el relato en cuanto al poder de la comida, que no he podido resistirme a compartirlo con vosotros.

Esta persona durante este mes además de haber comido alimentos biológicos ha hecho una dieta donde los cereales integrales han representado el 50 % al menos, ha tomado algo de pescado, legumbres y verduras. Como complemento ha tomado Té kukicha con kuzu y umeboshi dos veces al día, simplemente. Ni siquiera ha seguido las recomendaciones del post Alimentación y práctica deportiva, que son más específicas, y además de dejar de sangrar, ha recuperado energía y vitalidad.  Este es un ejemplo de la medicina basada en la evidencia.

ESC para cerrar

error: Contenido protegido.