¿Por qué consumir cereales integrales?

Hoy hacemos una breve descripción sobre los cereales integrales, unos alimentos poco conocidos para algunos, que son la alternativa a la alimentación desnaturalizada actual.

Los cereales integrales son el alimento mejor adaptado a los seres humanos. Esta familia botánica está al final de la escala evolutiva en el reino vegetal, lo mismo que el ser humano lo está dentro del reino animal, es decir: son plantas muy evolucionadas.

Es fácil entender que contienen un equilibrio nutricional que se adapta perfectamente a nuestras necesidades, de modo que deben ser la base de todos nuestros menús si queremos gozar de una salud óptima.

Representan la forma más natural de regular el tránsito intestinal gracias a su riqueza en fibra  ya que no tienen efecto irritante sobre la mucosa intestinal como ocurre con algunos laxantes.

Si estamos enfermos, usaremos sobre todo los cereales en forma de grano entero, ya que los copos, sémolas y harinas al estar parcialmente oxidados  nos aportan peor calidad de nutrientes.

El arroz integral

Es el cereal del equilibrio porque tiene una excelente relación entre carbohidratos, grasas y proteínas. Además, es altamente digestible. Gracias a sus minerales y vitaminas permite una buena asimilación de sus hidratos de carbono sin utilizar las reservas del organismo, como ocurre con el arroz y el pan blancos. Consumido regularmente nos proporciona una estabilidad emocional y una serenidad a toda prueba.

Tenemos a nuestro alcance muchas variedades: arroz de grano corto, arroz de grano largo, arroz dulce, arroz salvaje, arroz semi-integral, etc. No obstante, para uso regular recomendamos el arroz redondo de grano corto.

El mijo 

Es un cereal de grano pequeño, redondo y amarillo, que se ha consumido tradicionalmente en nuestro país; es rico en magnesio, hierro y fósforo por lo que fortalece la piel, las uñas y el cabello. Es excelente para rendir más en la actividad intelectual.

El cuscús 

Es tradicional en el norte de África. Se obtiene a partir de la sémola de trigo duro, es ideal cuando realizamos actividad física. Su cocción es rápida y es muy digestivo.

La polenta 

También se conoce como sémola de maíz, es la forma más sencilla de consumir este cereal, es refrescante y ligeramente laxante. Se presta a hacer budines, pasteles, etc.

Los copos de cereales 

Son una forma fácil de introducirse en el consumo de cereales integrales y biológicos. Se obtienen a partir del cereal correspondiente machacado y muchas veces tostado. Algunos están incluso se venden ya precocinados al vapor. Los copos de avena son los más conocidos, aunque existen de todos los cereales. Se oxidan menos fácilmente que las harinas por lo que son más saludables que éstas. Los cornflakes son pétalos de maíz ya precocinados que pueden servir para un desayuno rápido, son excelentes acompañados de cualquier bebida vegetal, de avena, espelta, mijo, etc.

Hay otros granos disponibles en el mercado como son la cebada, el centeno, el trigo, la quinoa, el teff, el amaranto y el trigo sarraceno, que no por menos conocidos son menos interesantes. Algunos de estos granos botánicamente no son cereales, pero se comportan como tales y han sido la base de la alimentación en algunos pueblos como lo cereales lo han sido en otros.

El trigo sarraceno 

Podemos destacar su capacidad para eliminar el exceso de líquidos cuando hay edemas por ejemplo. Lo encontramos en forma de grano, copos e incluso pasta. Es de cocción rápida y combina muy bien con las verduras.

La quinoa  

Es un grano pequeño de cocción rápida. Destaca su riqueza en proteínas de alta calidad. Contiene todos los aminoácidos esenciales. Es también muy rico en minerales.

Los cereales integrales deben proceder de cultivos biológicos, de otro modo todos los productos de la química agroalimentaria como los pesticidas y abonos químicos están presentes en el grano, por lo que no es recomendable consumirlos.

Los celiacos deben conocer la existencia de cereales y/o granos que no contienen gluten como: arroz, mijo, trigo sarraceno, quinoa y maíz. Por eso no es necesario desnaturalizar los cereales que contiene gluten para su consumo, ya que la naturaleza nos brinda unos que naturalmente no lo contienen.

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