¿Qué es la Medicina? I

Si preguntamos en la calle ¿qué es la medicina? nos dirán que es la forma de curar, pero os proponemos una definición más acertada: es la ciencia dedicada al estudio de la vida, del mantenimiento y la recuperación de la salud, de las enfermedades, su prevención, diagnóstico y tratamiento.

En una primera aproximación podemos distinguir tres formas de entender la medicina:

Medicina sintomática

Es la más practicada comúnmente. Trata de eliminar los síntomas o de cambiar la condición del paciente usando los fármacos, y hay muchas personas que sólo conocen esta forma; así, para la tos hay un antitusígeno, para la fiebre un antitérmico, para el dolor un analgésico, para la inflamación un antiinflamatorio, etcétera. Da buenos resultados en situaciones puntuales, momentáneas ya que produce un alivio inmediato de los síntomas.

Medicina causal

En este caso ya nos planteamos de dónde viene la enfermedad, cuál es el origen, no sólo cómo se llama. No se trata simplemente de eliminar los síntomas sino de profundizar en la causa del desequilibrio.

En este nivel trataríamos la enfermedad a través de un cambio en nuestros hábitos de vida, contemplando la alimentación, los suplementos, las plantas medicinales, los remedios homeopáticos, la acupuntura, etcétera. Del mismo modo recomendaríamos el ejercicio físico o determinadas prácticas energéticas como el yoga, taichí…

Medicina por la forma de vida

Es más filosófica y educativa, trata de recuperar la forma de vida basada en la autorreflexión a través de la relación del ser humano con el entorno, con la naturaleza, con el Universo. Para adentrarnos en este nivel vamos a ver algunos de los fundamentos de lo que a mi entender sería la verdadera medicina.

El Macrocosmos y el Microcosmos

El ser humano es un microcosmos del universo que nos rodea, gobernado por las mismas fuerzas que rigen el macrocosmos. Somos parte de un todo no dividido que llamamos TAO.
Podemos hablar del organismo humano como si se tratase de un ecosistema interior.

Un ecosistema se define como un sistema vivo en equilibrio en el que el flujo de energía es constante.

Precisamente la característica que define a los ecosistemas en equilibrio es ese flujo de energía. No debemos olvidar que la energía se transforma de manera cíclica y es el motor que anima el funcionamiento de la vida.

El propósito de la verdadera medicina es proteger la vida humana preservando las condiciones dentro de las que se desarrolla, por eso se trata de mantener el orden en vez de corregir el desorden, este es el principio fundamental.

Ponernos a curar una enfermedad sería algo como comenzar a cavar un pozo cuando ya se tiene sed. El verdadero médico debería enseñar cómo vivir para no enfermar, debería enseñar a cultivar el bienestar. Por eso, la mejor forma de curar una enfermedad es prevenirla.

Esta visión entroncada con la Medicina Tradicional China no es privativa de los pueblos orientales, las visiones de los médicos antiguos en occidente eran igualmente holísticas.

Todo cambió en occidente en el siglo XVII con Descartes que impuso la consideración de las personas como independientes de los sistemas vivientes que los rodean y la idea de que el ser humano puede dominar la naturaleza.

Nuestra tendencia actual es a separar lo físico de lo emocional, el tiempo y el espacio, la mente y el cuerpo… Este aspecto ha sido particularmente nefasto en las artes de la salud.

Actualmente no se trata de optar por la medicina oriental, holística, integradora o la medicina occidental, sintomática, intervencionista. No son medicinas alternativas. Se trata de comprender la situación de cada enfermo y utilizar las herramientas que nos aportan ambas visiones de modo que, en el momento actual, debería haber una “hibridación” entre ambas ya que son complementarias.

Continúa en el post: ¿Qué es la medicina? II

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