La endometriosis II

Continuando con el tema de la endometriosis, hoy queremos abordar la enfermedad desde una óptica diferente que puede dar luz a muchas mujeres afectadas.

La visión de la medicina biológica

La medicina biológica, por definición es una medicina causal, no sintomática y busca el origen de la enfermedad y contempla además de la predisposición genética y los factores ambientales, el porqué del desequilibrio interno que lleva a los tejidos del endometrio a crecer hacia arriba y hacia fuera. Es decir hay una ectopia del tejido endometrial que tiene el mismo origen que otras ectopias, lo mismo en el esófago, en los riñones, en los testículos… El término se puede aplicar igual a los órganos, a los tejidos o a las funciones orgánicas, como cuando hay un flujo retrógrado a nivel digestivo o a nivel de los uréteres de la orina. (Del griego ectos=fuera, topos=lugar).

Cuando contemplamos los alimentos no solo desde su composición química sino desde la visión energética observamos que los alimentos que los orientales definen como yin, tienen energía ascendente y expansiva y los que definimos como yang, tienen energía descendente y contractiva. Cuando la dieta es desequilibrada y el consumo de alimentos con energía ascendente y expansiva es excesivo, si el lugar de menor resistencia es el aparato reproductor, se puede producir una endometriosis o un embarazo ectópico, pero si el lugar más débil el aparato urinario, se puede producir un reflujo vesical… Los aspectos ascendente/descendente están presentes en expresiones como no me baja la regla, la subida de la leche en la lactancia, (cuando la leche no sube de ninguna parte, se produce en la mama), no me baja la comida, me repiten los pimientos, el bebé tiene reflujo…

Como hemos explicado en otros post la leche y los derivados lácteos son los alimentos más consumidos en el hogar en la actualidad y sin entrar en consideraciones hormonales ni de otro tipo, hoy quiero profundizar con vosotros en la energía de la leche. Como la mayoría de las personas toman leche pasteurizada, ya no la hierven antes de tomarla y muchos no tienen la percepción clara de que la leche, cuando la ponemos a hervir, físicamente se sube y “se riega” como dicen en Colombia, es decir “se sobra” o “se va”. Quiero decir que la energía de la leche y los derivados lácteos es ascendente y expansiva.  Llegado a este punto muchos de los que tenéis estudios superiores, esta consideración os puede parecer poco seria, esotérica, banal… a mí me lo parecía en la época en que mi visión de las cosas era absolutamente cientifista y todo lo que no fuese académico no merecía mi credibilidad.

Pues bien, os estoy hablando de la medicina basada en la evidencia, os estoy hablando del “non credo, experimento”. Sin pretender para nada ser arrogante, sino con el deseo profundo de ayudar, quiero compartir con todos vosotros que mi experiencia clínica de muchos años me permite afirmar que el consumo de leche y derivados lácteos, tanto en la vida intrauterina como posteriormente, es determinante en el desarrollo de esta enfermedad. Por supuesto que todos los alimentos que definimos como yin contribuyen al desequilibrio: azúcar, dulces, bollos, galletas, miel…

Para ilustrar lo que digo, pensemos que un desorden energético por exceso de yin es como un árbol que tiene muchas ramas, la savia que alimenta a todas las ramas es la misma, pero cada una sería una manifestación del desorden yin, así muchas mujeres con endometriosis tienen otras manifestaciones yin como las que he ido describiendo en este post y el anterior. Los desórdenes pueden ser digestivos, emocionales…

Dejar de tomar leche y derivados lácteos no es suficiente y un artículo nunca sustituye a una consulta y un seguimiento de la enfermedad, por eso recomiendo a todas las mujeres afectadas, buscar un buen profesional que les paute un plan bien guiado con seguimiento, porque la enfermedad es curable.

ESC para cerrar

error: Contenido protegido.