Continuación del post: «La pérdida de la capacidad reproductora I»
En términos estadísticos se estima que un 47% de los problemas de fertilidad son debidos a causas femeninas, dato que no deja de ser interesante a la hora de afrontar un tema delicado como este dentro de la pareja.
Cuando en el post anterior decíamos que se insiste mucho en la edad de la mujer como una de las causas de esterilidad, yo quiero compartir con todos vosotros una reflexión que considero imprescindible. Lo que escribo a continuación es igualmente válido para hombres y mujeres.
La edad cronológica que tenemos, nos habla del tiempo transcurrido desde nuestro nacimiento, es la edad en años. Esta edad tiene un valor más social o legal que biológico, es un criterio administrativo que marca hechos trascendentes de nuestra vida, la mayoría de edad, la jubilación… pero el tiempo no tiene ningún efecto sobre la biología.
Sin embargo, la edad biológica es la que corresponde al estado funcional de nuestros órganos, comparados con patrones estándar de salud para una determinada edad. El conocimiento de este dato es de mucha utilidad sobre nuestro envejecimiento real y por lo tanto de nuestro estado de salud. Este parámetro se puede medir, por métodos directos e indirectos.
La Bioelectrónica de Vincent
Louis Claude Vincent fue un hidrólogo francés que en 1948, diseñó el análisis bioelectrónico del terreno biológico. Durante los años 1999-2004 en nuestra consulta Centro de Medicina Biológica Elena Corrales hicimos varios miles de test de Bioelectrónica de Vincent, mediante los que analizamos la edad biológica de las personas, a través de un análisis en la sangre, la saliva y la orina. Los parámetros que contempla el test son el pH, el nivel de oxidación y la concentración de electrolitos. Esos datos se someten a un proceso matemático y nos permiten averiguar la edad biológica de la persona.
En esos años pudimos comprobar cómo la edad biológica de los pacientes disminuía y se acercaba su edad cronológica cuando pautábamos una dieta adecuada a su patología. Al llegar el paciente al centro, su edad biológica en muchos casos estaba más de 20 años por encima de su edad cronológica. Fue una etapa muy intensa de comprobación científica, de cómo la dieta actúa sobre las constantes que definen la salud. En la actualidad, en el centro evaluamos la la acidosis, la oxidación… a través de métodos indirectos
En el tema que nos ocupa hoy, muchas parejas de 28/30 años de edad cronológica con problemas de fertilidad, pueden tener más de 50 años de edad biológica.
La importancia de la alimentación
Sin desdeñar otros factores como pesticidas, tabaco, estrés… la forma de comer actual es acidificante, favorece altos niveles de oxidación y altera la concentración de electrolitos en la sangre, es decir determina un cierto grado de envejecimiento prematuro que se manifiesta como enfermedad: endometriosis, ovarios poliquísticos, débil reserva ovárica, menopausia precoz… lo mismo que astenospermia, teratospermia, bajo recuento de espermatozoides…
Solo dos pinceladas a propósito de la comida. Los alimentos que definimos como yin son enfriadores y son altamente perjudiciales en el tema que nos ocupa ya que debilitan al riñón y al aparato genitourinario. Somos animales de sangre caliente y el frío favorece una inhibición de todos los procesos vitales incluida la reproducción.
Mi experiencia
Cuando acuden a mi consulta parejas con problemas de fertilidad, el tratamiento no consiste en estimular los ovarios, congelar embriones y demás técnicas modernas, sino restablecer las condiciones de equilibrio del medio interno de las que tantas veces hablamos a través de una forma de comer que favorece la salud. Las menstruaciones se regulan y no son dolorosas, desaparece el síndrome premenstrual, aumenta el recuento de espermatozoides y su movilidad… y en la mayoría de los casos conseguimos un embarazo espontáneo, no medicalizado.