Hay una expresión popular que dice: si te pican los mosquitos, es que tienes la sangre dulce. Pero: ¿qué hay de cierto en ese dicho?
Los mosquitos hembra son los únicos que nos pican y lo hacen porque detectan la cantidad de CO2 que emitimos cuando respiramos. El tipo de alimentación y la actividad metabólica de cada persona son los determinantes en la cantidad de anhídrido carbónico generado. Este hecho no está relacionado con la raza, el sexo, o con estar embarazada por ejemplo.
El consumo de azúcar, dulces, galletas, helados, etc., es decir, de alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción rápida, eleva la actividad metabólica en todos los casos con lo que se genera más anhídrido carbónico.
Los mosquitos también detectan el ácido láctico que producimos de forma abundante cuando tomamos azúcares refinados, ya que en este caso el balance metabólico de nuestra dieta es acidificante.
Debemos saber que por cada molécula de glucosa que se metaboliza, se generan seis moléculas de anhídrido carbónico y seis moléculas de agua según la siguiente reacción química que algunos recordáis de la escuela:
1C6H12O6 + 6O2 = 6CO2 + 6H2O + ENERGÍA
Hablando con propiedad, las personas a las que les pican los mosquitos tienen la sangre ácida, lo que traducido a un lenguaje coloquial es decir que tienen la sangre dulce.