Los alimentos biológicos: garantía de salud IV

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Son muchas las voces que al aludir a los peligros de los aditivos alimentarios afirman que no pasa nada si se toman por debajo de la dosis permitida, conocida como Ingesta Diaria Admisible (IDA). Este tipo de manifestaciones  carecen de evidencia científica y sólo son parte de una estratagema para “tranquilizar” a la población. Si una sustancia es tóxica o cancerígena, la dosis segura en todos los casos debe ser cero.

Continuación del post: Los alimentos biológicos: garantía de salud III

Potenciadores del Sabor

Son el glicerol, el sorbitol, el ácido cítrico y derivados, el ácido málico, el ácido glutámico llamado H-5801, etc.

Estas sustancias refuerzan el sabor de los alimentos provocando un aumento de la cantidad de saliva producida en la boca y/o dilatando las papilas gustativas y/o insensibilizando al cerebro a las impresiones de las papilas.

Entre sus efectos indeseables más graves están la disminución del nivel de excitabilidad de las células nerviosas cerebrales y de  la capacidad intelectual.

El E-620 (glutamato monosódico) es la llamada sal china por ser muy común su utilización tanto en el continente asiático, como en muchos restaurantes chinos. Puede ocasionar el llamado síndrome del restaurante chino, cuyos síntomas son: palpitaciones, dolor de cabeza y cuello, mareos, desmayos y náuseas.

Ese sabor intenso de los alimentos baratos de baja calidad no es más que el maquillaje que proporcionan los potenciadores del sabor, no lo olvidéis.

Colorantes

La mayoría de los colorantes de síntesis se obtienen por destilación fraccionada del petróleo.

El consumo total anual de colorantes alimenticios en EEUU es de aproximadamente 56 millones de kilos, mientras que en Francia se usan en la actualidad más de 15 millones de kilos. Aunque no tengamos datos de nuestro país, estas cifras nos dan una idea de que se usan grandes cantidades de productos químicos añadidos a los alimentos.

El E-102 es la tartrazina. Se trata de un alérgeno poderoso que puede producir reacciones alérgicas en individuos con asma. Su efecto aumenta en combinación con la aspirina.

El E-123 es el amaranto, que no tiene que ver con el grano de la planta que tiene el mismo nombre. En Rusia está prohibido porque produce malformaciones genéticas. En EEUU se considera cancerígeno y factor de esterilidad. Es utilizado, igual que el anterior, en helados, limonadas, frutas, conservas…

El aluminio se usa sobre todo como colorante de superficie en los productos de charcutería y pastelería. Produce parada en el crecimiento, lesiones en los órganos reproductores, pérdida de apetito, nauseas, úlceras gástricas…

Los colorantes son el ejemplo perfecto del aditivo inútil como lo muestra el siguiente ejemplo. Las truchas asalmonadas originales tienen la carne rosada porque comen algunos crustáceos pequeños de color rojo, pero a las criadas en las piscifactorías se les añade colorante rojo para satisfacer a los consumidores que las prefieren asalmonadas aunque hayan comido pienso.

Conservantes

Las formas tradicionales de conservación han sido el secado y el salazón, que hoy se han descartado casi por completo, aunque no tienen efectos adversos sobre la salud humana.

Los conservantes modernos tienen una acción desfavorable para la salud, actúan sobre los sistemas enzimáticos fundamentales en las células, dando lugar a las enfermedades de las fases celulares: hablamos del asma, cirrosis, lupus, tuberculosis… y todos los tipos de cáncer.

El E-230 y E-232 producen afecciones renales y hepáticas.

Vitaminas de síntesis

En Francia está prohibido añadir vitaminas de síntesis a los alimentos a excepción de la C y la E.

El abuso de vitamina C sintética tiene un efecto nefasto sobre el sistema nervioso y produce problemas gástricos. La diferencia entre las vitaminas artificiales y las naturales no está en la composición química, que es idéntica, sino en el aspecto energético.

Las vitaminas presentes en los alimentos, es decir naturales, desvían la luz polarizada y se clasifican como dextrógiras o levógiras. Por el contrario, las vitaminas de síntesis son productos biológicamente muertos que no desvían la luz: son las formas racémicas. La absorción de las vitaminas sintéticas es mínima comparada con la absorción de las naturales, ya que nuestro organismo no las reconoce  al no ser biológicamente activas.

El peso de la publicidad y la falta de cultura alimentaria hacen que los consumidores demanden productos con un aspecto y sabor constantes, lo que favorece que la industria alimentaria nos ofrezca un amplio abanico de comestibles maquillados.

Pero somos nosotros los que tenemos la última palabra: si comenzamos a consumir alimentos orgánicos, aumentará la producción para responder a la demanda, por eso es muy importante compartir esta información que defiende la salud y el bienestar.

Llegados a este punto, debemos saber que la leyenda sin conservantes ni colorantes sólo hace alusión a que no se han utilizado químicos en la elaboración, no a que los alimentos sean bio, ya que los productos añadidos en la producción intensiva de alimentos no aparecen en la etiqueta de lo que compramos y más tarde consumimos.

Las enfermedades más prevalentes en los países ricos

Numerosos estudios médicos nos informan de que hay un grupo de enfermedades llamadas de la civilización que aumentan de forma constante y tienen una relación directa con la forma de comer actual: obesidad, diabetes, cáncer, alergias, problemas de fertilidad, alteraciones del comportamiento e inmunodeficiencia.

Pues bien, a pesar de lo explicado hasta ahora, algunos argumentan: ¡pero es que los alimentos biológicos, son más caros! Veamos qué hay de cierto es esa afirmación.

Continuará en el post: Los alimentos biológicos: garantía de salud V

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