Las sardinas, ese gran alimento

sardinas

Uno de los alimentos más conocidos de la dieta mediterránea y de todas las zonas de costa, son baratas,  sabrosas y saludables. ¿Porqué no incluirlas en la dieta?

Al ser de pequeño tamaño concentran menos mercurio y metales pesados, de modo que son más saludables que los pescados azules de gran tamaño.
Se pueden tomar a la plancha, al horno, en conserva, marinadas, rebozadas, etc.

Beneficios de las sardinas

    • Están indicadas en las dietas de adelgazamiento porque aunque son muy ricas en nutrientes, son bajas en calorías.
    • Son cardiosaludables por su riqueza en ácidos grasos ω3. Estas sustancias mejoran los niveles de colesterol, bajan la presión arterial, previenen las arritmias, etc.
    • Protegen las funciones cerebrales. Los ácidos grasos ω3 al ser estructurales de las membranas celulares, son esenciales en el funcionamiento del sistema nervioso por lo que repercuten en el aprendizaje y el comportamiento. La depresión y el deterioro cognitivo asociado a la edad están relacionados con la carencia en estos nutrientes.
    • Fortalecen al sistema óseo gracias su alto contenido en minerales y particularmente en calcio. También son ricas en vitamina D que facilita la absorción y la fijación del calcio en los huesos.
    • Están indicadas en casos de anemia ya que son muy ricas en vitamina B12 , nutriente esencial para la absorción del hierro.
  • Ayudan en las enfermedades inflamatorias de las articulaciones (artritis, reuma), por el efecto anti inflamatorio de las grasas ω3. También son eficientes en las inflamaciones de las vías respiratorias como la bronquitis, etc.

Formas ideales de consumo

Hay dos formas de preparación ideales para obtener el máximo beneficio de este preciado alimento.

En conserva

Este consejo puede parecer paradójico, pero es en el único caso en el que tomamos las sardinas con las espinas, lo que nos permite beneficiarnos de su riqueza mineral. Como la vitamina D es termorresistente, son un mucho más que un recurso para cuando no las podemos tener frescas.

Marinadas

En este modo de preparación preservamos al máximo los ácidos grasos esenciales que son termosensibles. Para hacer un macerado saludable utilizaremos aceite de oliva virgen extra biológico, vinagre de umeboshi y un poco de perejil. Evitaremos el ajo en todos los casos ya que es un alimento energéticamente desequilibrado, fuertemente yin.

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