¿Legumbres o carne? II

Raw chicken breast fillets

En el post de hoy os traigo información útil sobre una de las carnes “bendecidas” como carne blanca por su bajo contenido en grasas: el pollo. También te explico las repercusiones de comer carne a diario sobre nuestra salud y la economía del país.

Continuación del post: «¿Legumbres o carne? I»

El pollo

Se considera una carne blanca y no se dice nada acerca de la producción masiva de este tipo de carne. Si nos ponemos a pensar en cómo se “fabrican” hoy los pollos, en períodos de tiempo cada vez más cortos y a base de alimentos cada vez más elaborados y más alejados de lo que era su dieta natural, podemos pensar que los pollos actuales son un alimento bastante lejano a aquellos criados en casa, alimentados con grano y restos de verduras.

Con la alimentación tradicional, para que un pollo alcanzase un kilo de peso transcurría un año; es por eso que sólo se comía pollo «por fiestas». Con la alimentación animal moderna para conseguir un pollo de dos kilos son necesarias menos de 6 semanas… No hace falta ser un experto para entender que no es lo mismo comer pollo de engorde rápido, que pollo criado de manera natural con alimentos biológicos.

Aunque sea recomendable por su bajo contenido en grasas frente a las carnes rojas y menos tóxico que las carnes procesadas, está lejos de ser un alimento saludable de consumo frecuente.

Comer carne a diario: repercusiones en la balanza de pagos

La economía española y sin duda también la salud de los ciudadanos, encontraría un gran alivio si sencillamente dejáramos de tomar tanto filete y jamón y volviéramos a las nutritivas y sabrosas legumbres.

Analizando el aspecto económico, la reducción del consumo de carne por persona tendría una repercusión sobre las importaciones de soja y maíz, a la vez que se deberían poner en cultivo tierras para conseguir legumbres abundantes. Esto daría empleo a bastantes de los parados existentes aquí y ahora y equilibraría la balanza de pagos con los países de los que importamos.

Una parte importante de la ganadería española es un gigante con los pies de barro, que sólo es posible gracias a la importación masiva de granos de EE.UU. En la actualidad la factura de los piensos compuestos es la segunda después de la del petróleo, que el Estado español tiene que abonar al exterior.

Por otra parte, al aumentar el consumo de legumbres ahorraríamos buen número de divisas en importaciones de petróleo para fabricar abonos químicos nitrogenados. Es sabido que las legumbres son capaces de absorber el nitrógeno atmosférico y fijarlo en la tierra en forma de abono, es lo que se llama el efecto nitrificante. Son por así decirlo, una forma natural de abonar los suelos.

Lo que hay que saber

Actualmente nos encontramos en un nivel de consumo de proteínas de origen animal superior no sólo al de los países de Tercer Mundo, sino también al de otros países desarrollados. Organizaciones internacionales nada sospechosas de inclinaciones vegetarianas como la FAO y la OMS recomiendan una ingesta diaria de proteínas totales de 0,59 gramos por kilogramo de peso de cada persona. Esto equivale a 38-41 gramos por persona y día para adultos entre los 60 y 70 kg. de peso. El consumo actual duplica y a veces triplica las cantidades recomendadas.

Menos mal que la crisis económica actual nos está forzando a reducir el elevado consumo de carne y a sustituirlo por legumbres y sus derivados, con el consiguiente beneficio para nuestra salud y nuestro entorno.

Continuará en el post: «Sustituir la carne I».

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