Goma-Wakame

Este condimento desconocido para muchas personas. Se trata de una variante del gomasio del que hablamos hace poco, solo que sustituimos la sal por el alga wakame. Está indicado en todas aquellas personas que deben hacer una dieta baja en sodio pero que necesitan remineralizarse.

Ingredientes:

Lavamos el alga wakame bajo el grifo. Con una tijera, separamos los “nervios” y ponemos las partes más blandas en una bandeja en el horno a 350 º C hasta que quede lo suficientemente tostada para poder deshacerla entre los dedos.

Lavamos bien las semillas de sésamo en un colador bajo el grifo, las escurrimos y las secamos con un poco de papel de cocina.

A continuación, ponemos una pequeña cantidad de semillas en una sartén, sólo la que sea necesaria para cubrir el fondo. De ese modo conseguiremos un tueste uniforme. Procedemos removiendo constantemente las semillas para que el calor se reparta bien.

 Cuando la sartén alcanza el punto de calor adecuado, comienzan a saltar como las palomitas de maíz. En el momento que dejan de saltar ya están suficientemente tostadas. Puede ser útil disponer de una tapa de rejilla anti-salpicaduras.

Realizamos la operación tantas veces como sea necesario hasta haber tostado todo el sésamo.

Una vez que tenemos las semillas y el alga tostadas molemos la mezcla en un mortero dentado que se llama suribachi, haciendo girar la mano del mortero en el sentido de las agujas del reloj, hasta que nos queden aproximadamente un 20 % de semillas enteras. Ya está listo para utilizarlo o para conservarlo en un bote hermético.

Utilizaremos una cucharadita de goma wakame en la comida y en la cena si nos sentimos cansados o débiles. Si gozamos de buena salud su consumo puede ser más espaciado.

 

 

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