La ciruela umeboshi I

 

Umeboshi significa ciruela seca, aunque en realidad estamos hablando de una variedad de albaricoque. Las ciruelas y los albaricoques son frutas botánicamente emparentadas y por practicidad nos referiremos todo el tiempo a la umeboshi como ciruela.

El nombre científico de la planta es Prunus nume. El árbol es originario de China aunque su cultivo se ha extendido desde muy antiguo a Japón y Corea. Se cultiva tanto por sus frutos como por sus flores, que al igual que en el resto de las Rosáceas salen antes que las hojas. El interés de estas ciruelas es la transformación que sufren durante la fermentación.

Producción de la umeboshi

Se recogen las ciruelas un poco antes de la maduración completa y se dejan secar al sol y al sereno durante varios días. A continuación se prensan con sal en un barril de madera, durante un tiempo que puede oscilar de 6 meses a 7 años. Tradicionalmente se añaden hojas de shiso (Perilla frutescens), especialmente ricas en hierro, porque ayudan a la conservación, aumentan su sabor y le dan el color marrón rojizo que conocemos.

La clave de sus propiedades está en la comprensión del yin y el yang. La ume fresca es una fruta (yin), extremadamente ácida (yin) y verde (yin). En su elaboración entran la luz solar (yang), la sal (yang), la presión (yang) y el tiempo de maduración (yang). Durante un largo periodo de tiempo se combinan el yin y el yang para obtener como resultado un alimento-medicamento, que lo mismo neutraliza las toxinas  de naturaleza yang que las yin.

Composición de la ciruela umeboshi

Durante los últimos 40 años se han comprobado científicamente muchas de las propiedades de la umeboshi como su efecto antibiótico y su poder alcalinizante y descontaminante.

1. Contenido mineral

La ume contiene mucha más cantidad de proteínas, grasas y minerales que otras frutas. Es así mismo rica en ácidos orgánicos como el cítrico y el fosfórico que no se destruyen durante la fermentación.  

Contenido en minerales en mg/100gr.

Frutas

Calcio

Hierro

Fósforo

Ume

65

130

2,7

Manzana

3

7

0,2

Fresa

14

17

0,5

Melocotón

3

13

0,3

2. Efecto alcalinizante

Sin exagerar, podemos llamar a la umeboshi “el rey de los alimentos alcalinizantes”. La acidosis que producen 100 gramos de azúcar la neutralizan 10 gramos de umeboshi. Para conseguir el mismo efecto harían falta 60 gramos de alga kombu, 230 gramos de judías azuki ó 680 gramos de bardana. El poder alcalinizante se lo debe a su riqueza en citratos que al ser ácidos débiles, liberan fácilmente las bases conjugadas como el sodio, calcio…

3. Potencia antibiótica y antiséptica

En 1950 el Dr. Kyo Sato (Universidad de Hirosaki) aisló unos principios antibióticos eficaces frente a los estafilococos. Como era el momento del boom de la penicilina y otros antibióticos sintéticos su descubrimiento pasó desapercibido. En 1968 se aisló un componente con alto poder biocida sobre el bacilo de Koch que es el que produce la tuberculosis. En  los años noventa, en la consulta tuve un caso clínico de remisión de una tuberculosis resistente a antibióticos, con el uso exclusivo de umeboshi (y una dieta adecuada por supuesto). Algunos médicos de mi entorno hablaban de «medicina basada en la evidencia» al referirse a este caso clínico.

4. Otros componentes de la umeboshi

Los ácidos orgánicos que contiene estimulan la función del hígado y además favorecen la desintoxicación tanto de toxinas alimenticias como sintéticas. También facilitan la digestión de las proteínas, aceleran los movimientos peristálticos y tienen efecto antiséptico. Las pectinas que contiene son ligeramente laxantes.

Continúa en el post: “La ciruela umeboshi II”

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