Las proporciones de los alimentos

Hoy comparto con vosotros una aproximación a la forma de comer basada en la anatomía comparada en el reino animal, particularmente de la dentición y el aparato digestivo,  y en el papel de la leche en todas las especies a lo largo de su vida.

El enfoque que contempla la alimentación desde el tipo de dentición y longitud de nuestro intestino nos muestra en qué proporción deben estar presentes los diferentes tipos de alimentos en la dieta humana.

Si tenemos en cuenta que tenemos 20 molares frente a ocho incisivos, los alimentos en forma de grano deberían ser predominantes. Del mismo modo, la longitud de nuestro intestino está más cerca de los herbívoros que de los carnívoros, por lo que la cantidad de alimentos de origen animal debe ser limitada.

Esta forma de comer que incluye en todos los casos alimentos integrales y biológicos, tiene un poderoso efecto desintoxicante y protector para el hígado. Así, las proporciones de los alimentos para una dieta equilibrada, serían:

  • El 40 por ciento del volumen ingerido debe estar representado por los cereales en todas sus formas: arroz, mijo, pan, copos de avena, polenta, etc.
  • El 15 por ciento serán las proteínas. Si son de origen vegetal, la fuente serán las legumbres: lentejas, garbanzos, alubias, guisantes, etc., o, en su defecto, el tofu, seitán o tempeh. Si optamos por las de origen animal, daremos preferencia al pescado sobre la carne y podremos incluir los huevos.
  • El 30 por ciento es la porción que corresponde a las verduras y/o las frutas frescas y de temporada. Se deben consumir, tanto crudas, como cocinadas.
  • El 10 por ciento pueden ser algas marinas: kombu, wakame, arame, hiziki, nori, espagueti de mar, etc.
  • El 3 por ciento deben ser alimentos fermentados como el chucrut, el miso y el tamari.
  • El 2 por ciento restante deberían ser semillas como las de sésamo, girasol, calabaza y lino, y frutos secos como nueces, almendras, avellanas, etc.

La leche y los productos lácteos no están presentes en ningún caso, al tratarse de un alimento con una alta especificidad biológica, en este caso, diseñado por la naturaleza como alimento exclusivo para los terneros.

En todos los casos se excluyen los alimentos procesados a los que llamamos comestibles, así como los edulcorantes, el alcohol y la cafeína.

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