El xilitol edulcorante de producción industrial

baby powder spill.

El xilitol es uno de los edulcorantes de moda que se nos vende como una alternativa saludable al azúcar. Los argumentos a favor de su consumo son: es tolerado por los diabéticos, tiene menos calorías que el azúcar y previene la aparición de la placa dental.

En realidad se trata de un alcohol de baja graduación que se obtiene tras un laborioso proceso termoquímico industrial. Procede de la corteza del abedul que se muele hasta obtener una pasta. A continuación se mezcla con una solución ácida y se somete a un tratamiento de presión y calor que permite la obtención de la xilosa, el azúcar del que se obtendrá el xilitol.

Como decimos, este azúcar es la materia prima que posteriormente se fermenta para obtener el xilitol. La mezcla resultante se centrifuga y se purifica con carbón activado para obtener un líquido incoloro que finalmente se cristaliza. El resultado es un producto granulado puro semejante al azúcar refinado.

La industria alimentaria lo utiliza como aditivo alimentario, un edulcorante, el E967 y nos habla de valores seguros de ingesta diaria como hace con otros aditivos, conservantes, espesantes, etc.

Si el azúcar refinado es un granulado cristalino que pertenece a la categoría de los «comestibles», el xilitol es más de lo mismo. Además no es inocuo como veremos a continuación.

Entre sus efectos nocivos destacan las alteraciones digestivas en forma de diarreas, gases y malestar digestivo, sobre todo en personas con síndrome de intestino irritable o poca fuerza digestiva.

Os invito a una reflexión sobre los artículos que aparecen en revistas de gran tirada, algunos firmados por expertos, que hacen publicidad engañosa enmascarada como información.

Si un alimento es muy amargo y no te gusta su sabor, no lo tomes. A la vez, educa a tu paladar y aprende a reconocer el sabor natural de los alimentos, tu salud te lo agradecerá.

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