Menopausia precoz: envejecimiento prematuro II

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El conocimiento de las cualidades funcionales de los alimentos (su energía más yin o más yang), nos permite utilizarlos como elementos reguladores del sistema hormonal. Según sea el balance energético la dieta, las hormonas pueden estar en equilibrio o completamente descompensadas.

Continuación del post: “Menopausia precoz: envejecimiento prematuro I”

Alimentación y equilibrio hormonal

Somos una sociedad sobrealimentada pero enferma. En los últimos años ha acontecido un cambio en los hábitos alimenticios que tiene unas repercusiones importantísimas en lo que a la salud se refiere. En la actualidad, comemos en exceso unos alimentos que en el pasado no estaban disponibles para la mayoría de la población y hemos dejado de comer los alimentos tradicionales que han sido la base y el sustento de las generaciones que nos han antecedido, hablamos de los cereales y las legumbres.

La carne y los huevos

Comemos una cantidad excesiva de alimentos de origen animal, particularmente carne y huevos. Suponen dos o tres veces más proteínas que las que necesitamos y un exceso de grasas saturadas, con el correspondiente desequilibrio en el aporte de ácidos grasos de la serie ω3-ω6. El exceso de ácido araquidónico (ω6) va a provocar un desequilibrio en las prostaglandinas de la serie 1 y de la serie 2 con las correspondientes alteraciones hormonales ligadas a la inflamación y el dolor.

Estos dos grandes grupos de alimentos los categorizamos  como yang y son salados, pesados, duros, secos y de naturaleza caliente. Son responsables de la formación de masas y tumores en los órganos reproductores de las mujeres y por su carácter altamente oxidante van a acelerar el envejecimiento y por tanto favorecen la aparición temprana de la menopausia.

La leche y el azúcar

A la vez que tomamos demasiada carne, ha aumentado espectacularmente el consumo de leche y derivados lácteos. El consumo de leche en el hogar por persona y año está en 120 litros y a esto le tenemos que añadir 35 kilos de productos lácteos procesados. La leche que es el alimento más consumido en nuestro país, está por encima del consumo de fruta, carne y hortalizas.

Los productos lácteos son alimentos de naturaleza fría y húmeda y desde el punto de vista energético los definimos como yin. El consumo de leche y de productos lácteos va acompañado de una elevada cantidad de alimentos refinados y procesados como la bollería industrial y toda una gama de “comestibles” light y muchísimo azúcar: 53 kilos por persona y año.

Este grupo de alimentos tiene un balance metabólico acidificante lo que quiere decir que su consumo desmineraliza. Como además favorecen la oxidación de nuestro medio interno, (al igual que las carnes y los huevos), son responsables de desórdenes como la infertilidad, el aborto espontáneo y la amenorrea funcional que pueden llevarnos igualmente a la menopausia precoz.

Nos queda describir el comportamiento de otros alimentos, lo haremos en el próximo post.

Continuará en el post: “Menopausia precoz: envejecimiento prematuro III”

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