Menopausia precoz: envejecimiento prematuro III

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Si en nuestra dieta predominan los alimentos de calidad vegetal, siendo los cereales integrales más del 50 por ciento de total ingerido, favorecemos que la llegada de la menopausia no vaya acompañada de trastornos como sofocos, cambios de humor, sobrepeso, etc.

Continuación del post: “Menopausia precoz: envejecimiento prematuro II”

Cuando hablamos de equilibrio hormonal nos referimos precisamente a que en cada etapa de nuestra vida, (incluida la menopausia), no debe haber ni una elevación excesiva de las hormonas hipofisarias, ni de las gonadales. Vamos a ver cómo nuestros hábitos alimenticios son determinantes en este caso.

Los cereales y las legumbres

Paralelamente al aumento de consumo de carne, huevos, productos lácteos y azúcar, prácticamente han desaparecido de nuestra mesa los alimentos equilibradores como los cereales integrales, las legumbres y las semillas. Este grupo de alimentos representaban el 80 por ciento de las calorías ingeridas al comienzo de la era industrial y tienen un profundo efecto regulador del medio interno.

Las hormonas femeninas hacen un “baile” armónico donde cuando unas aumentan, otras disminuyen, pero dentro de unos límites que permiten el equilibrio psicofísico, tanto en nuestra vida fértil como en la menopausia.

Cuando se comen demasiados alimentos yang, los estrógenos disminuyen en exceso, puede aumentar la testosterona y dar lugar a procesos de virilización, con hirsutismo y amenorreas prolongadas que pueden llevar a una aparición temprana de la menopausia.

Si por el contrario predomina el consumo de alimentos yin, nos encontramos con que aumenta la prolactina y tenemos casos de hiperestrogenismo que dan lugar a múltiples desequilibrios con sus correspondientes desórdenes tanto físicos como emocionales.

Cuando la alimentación es excesivamente yin hay también una tendencia a que la regla se vaya atrasando hasta que finalmente deja de venir. Es una forma de llegar a los cuarenta años y tener una menopausia precoz.

En la naturaleza la velocidad de desarrollo es inversamente proporcional a la longevidad, de modo que cuanto más tempranamente maduramos, más pronto envejecemos. Cuando el consumo de productos lácteos y carne es muy importante, puede aparecer en muchas niñas la menarquía a los 9 años y con toda probabilidad la menopausia aparecerá los 40 años, con el consiguiente envejecimiento prematuro.

Los disruptores endocrinos

Debemos valorar todos los estudios científicos que hablan de los disruptores hormonales. Son sustancias químicas que se han introducido en la cadena alimenticia  en forma de productos fitosanitarios y/o conservantes, que tienen un fuerte efecto estrogénico y producen numerosos desórdenes. Este aspecto nos tiene que recordar la importancia de comer alimentos biológicos a la que aludimos siempre.

El tabaco

Igualmente no podemos dejar de insistir en el efecto nefasto del tabaco sobre el equilibrio hormonal de las mujeres. Creer que el tabaco afecta sobre todo al pulmón es no ver más que una pequeña parte del problema. El tabaco está implicado además de en la menopausia precoz, en numerosos problemas de infertilidad… No olvidemos el poderoso efecto oxidante de esta sustancia que definimos como una adicción voluntaria.

Cultivando la salud

Se trata de consumir alimentos biológicos, de incluir los cereales completos en nuestra dieta como alimentos reguladores,  de dejar el tabaco y el azúcar para siempre, y de minimizar el consumo de alimentos que se producen en el aparato reproductor de los animales como al leche y los huevos.

En el próximo post hablaremos de los sofocos, las isoflavonas, etc.

Continuará en el post: “Menopausia precoz: envejecimiento prematuro IV”

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