Esta papilla es una variante de la anterior, que incluye unos granos que no son cereales desde el punto de vista botánico, pero que son altamente nutritivos y nos permiten una mayor variedad de ingredientes y consecuentemente de nutrientes. El endulzante que lleva aumenta la digestibilidad tanto en niños como en adultos.
Ingredientes:
- 10 % Trigo sarraceno
- 10 % Avena
- 10 % Cebada
- 10 % Centeno
- 20 % Arroz integral redondo
- 20 % Amaranto
- 20 % Quinoa
- Sal marina
- Semillas de sésamo
- Agua filtrada o embotellada
- Malta de cebada (endulzante)
Modo de preparación:
Lavamos los granos en varias aguas y los escurrimos en un colador. Lo haremos con cada grano separadamente.
A continuación, los tostamos también por separado en una sartén en seco, hasta que desprendan un agradable olor y adquieran un color ligeramente dorado. Hacemos lo mismo con el sésamo.
En esta etapa, todavía es muy importante este paso ya que con el tueste dextrinamos el grano. El dextrinado es una forma de predigestión del alimento, (los almidones se transforman en maltosas), por lo que va a favorecer la tolerancia digestiva del niñ@.
Podemos tostar los granos una vez a la semana y así tenerlos listos para preparar la crema cada día o cada dos.
Ponemos a cocer una parte de la mezcla de los granos tostados con seis partes de agua filtrada o embotellada en una olla a presión. Añadimos una pizca de sal marina y el sésamo (una cucharadita de moka por ración).
Tapamos la olla y cuando alcanza el punto de presión bajamos el fuego al mínimo, intercalamos una placa difusora y mantenemos la cocción a fuego lento durante dos horas. Dejamos reposar quince minutos.
A continuación, pasamos la mezcla por un pasapurés con el paso intermedio, hecho que ayuda al niñ@ a reconocer las texturas.
En esta etapa todavía debemos ser muy cuidadosos con la digestibilidad de lo que damos a nuestro hij@, por eso seguiremos utilizando una cucharadita de malta (sirope) de arroz de fermentación natural en cada toma con la finalidad de aportar enzimas que hagan asimilable la crema.
Podemos preparar crema para varias tomas, pero la miel de cebada la añadiremos justo antes de dársela al niñ@. Para conseguir un efecto enzimático óptimo la crema debe estar a una temperatura de entre 40 ⁰C y 50 ⁰C.
Para conseguir el efecto diastásico podemos usar indistintamente otras maltas (siropes) como la de arroz, trigo, maíz… conforme el niño vaya creciendo.
Para qué edad sería?
El texto que aparece a continuación está en la “entradilla” a la receta en facebook. Todas las publicaciones del blog, van con su entradilla en facebook, por si te resulta util la información.
Igual que la receta anterior, esta papilla está indicada tanto para bebés a partir de los 7 meses, como para cualquier adulto que esté débil como consecuencia de una enfermedad, además de ancianos con poca capacidad de absorción ó deportistas que practiquen pruebas de resistencia… Animaos a probarla.
Hola Elena, ¿Cómo podemos aprovechar los “residuos” que quedan en el pasapurés? Me da mucha pena tirarlos. Y por cierto, felicidades por el blog, me acabo de topar con él y me encanta, me ayuda en mi iniciación a esta forma saludable de alimentación. Un abrazo.
Hola Bea, los “residuos” que te queden en el pasapurés puedes guardarlos para preparar algún tipo de croqueta o albóndiga vegetal. Es la forma más universal de utilización. Un saludo.
Hola Elena, en el caso de la alimentación infantil, al ser los siete granos alimentos equilibradores no entiendo por qué hay que añadir la sal marina. Además he leído que los riñones de los niños no están preparados para asimilar la sal por los menos hasta los 12 meses. ¿Qué opinas al respecto?. Gracias y felicidades por el blog.
Un saludo
Hola Izaskun, el que los granos sean alimentos equilibradores no significa que se deban cocinar tal cual. Para entender el porqué del uso de la sal en la cocina te remito al post: “Salado, salud, salario…”.
En otro orden de cosas, observarás que en la receta dice UNA PIZCA DE SAL MARINA. Dicho esto, las corrientes que recomiendan no añadir sal a los menús de los bebés, incluyen la carne a partir del sexto mes y las carnes son naturalmente ricas en sodio.
Un saludo