Dietética clásica y Macrobiótica IV: Las grasas

GrasasmacrobioticaContinuación del post: “Dietética clásica y Macrobiótica III”

Aprende qué cantidad de grasa necesitas y cuáles son los alimentos más adecuados como fuentes de ese preciado nutriente. Descubre dónde están las grasas ocultas en los alimentos.

Las grasas

En las tablas de composición corporal de los habitantes de los países ricos el contenido en grasas que aparece como normal, es mayor que en las de los países pobres. Esto es debido a que en los países desarrollados, además de tomar mucha más cantidad de grasas de las necesarias, los hidratos de carbono simples, se convierten en grasa muy rápidamente. Entendemos que se toman como valores normales los dominantes en cada tipo de sociedad, por eso  los valores los contemplaremos de modo orientativo.


Como las grasas energéticamente son yin, se depositan alrededor de los órganos compactos yang como el corazón, el hígado o los riñones. Son expresiones coloquiales “tener el hígado graso” ó “tener el riñón cubierto”.

Metas nutricionales de nutrientes

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Las grasas saturadas

Son las que provienen de los alimentos animales fundamentalmente, nuestro cuerpo las utiliza como combustible de reserva. Su uso como combustibles para obtener energía no es muy eficiente. De hecho la OMS en sus recomendaciones nos dice que se puede prescindir de ellas. Debemos saber que la leche y los derivados lácteos que en la actualidad son los principales alimentos consumidos en el hogar, son la principal fuente de grasas saturadas, más incluso que la carne de cerdo. Nos resulta paradójico que con el conocimiento que existe en la actualidad sobre el tema, en la dietética clásica se sigua considerando a la leche y los productos lácteos como uno de los 4 grupos de alimentos con los que diseñar un menú.

Las grasas insaturadas

Estas tiene función estructural y son esenciales, provienen de los aceites vegetales (excepto el coco, aguacate…). Están presentes en las semillas, los cereales, las legumbres y los frutos secos. A pesar de las grandes cualidades como antioxidantes y moduladoras de la inmunidad, vemos en la tabla que los requerimientos son muy bajos.

En las recomendaciones clásicas el aporte de grasas saturadas es excesivo ya que como fuentes se utilizan la carne, los huevos y los productos lácteos. Cuando se alaba el aceite de oliva no se contempla el que sea virgen extra y biológico y se recomiendan hasta 5 cucharadas soperas al día.

Si respetamos el equilibrio entre los hidratos de carbono y las proteínas, nuestras necesidades de grasas disminuyen y nuestro metabolismo se equilibra. Por ello el mantenimiento del peso es mucho más fácil siguiendo una dieta macrobiótica con alimentos ecológicos, que comiendo de manera convencional.

Continúa en el post: “Dietética clásica y Macrobiótica V”

 

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