Vacaciones sin contratiempos III

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Cuando se viaja, no sólo se cambia de lugar, sino de hábitos, de clima, de alimentos, de horarios… A muchas personas esos cambios les afectan de manera directa en la regularidad del tránsito intestinal. Hoy hablamos de que se puede hacer en caso de que esto ocurra.

Continuación del post: “Vacaciones sin contratiempos II”

En el post anterior hablábamos de la diarrea del viajero pero el estreñimiento no es menos infrecuente. El padecer uno de los dos problemas depende de la tipología de la persona y hoy queremos ofrecer algunos recursos para los que podrían volver del viaje sin haber evacuado.

Si nuestro organismo es poco reactivo y tiene dificultades de adaptación debemos llevar con nosotros siempre algún tipo de laxante natural y suave, para ayudar a nuestro aparato digestivo. Siempre que podamos, elegiremos los alimentos más saludables y ricos en fibra, pero en muchos casos como en el de los viajes, puede no ser la falta de fibra la causante sino una digestión deficiente. Es tan importante saber qué tipos de grasas ingerimos como cuánta fibra tomamos.

Recomendaciones dietéticas para el estreñimiento cuando estamos de viaje:

  • Toma alimentos integrales que puedes encontrar en el bufet de los hoteles
  • Haz cinco comidas al día aunque no sean muy copiosas, eso ayuda a mantener el aparato digestivo activo todo el tiempo
  • Hidrátate adecuadamente
  • Realiza actividad física, el masaje de la musculatura abdominal sobre nuestros intestinos estimula el peristaltismo

Hay otro grupo de personas que hacen de la evacuación un hecho muy “intimo” y si el nuevo alojamiento no reúne las condiciones de higiene y/o de confort adecuadas, la persona puede ver alterado su ritmo intestinal. En este caso te debes esforzar por atender la llamada del cuerpo aunque no tengas a mano un “trono de porcelana”.

Remedios naturales para el estreñimiento:

Debemos saber que los laxantes, aunque sean a base de plantas, actúan por irritación del colon, luego no estarían indicados más que para un uso puntual. Lo más adecuado son las semillas de lino que gracias a su alto contenido en fibra soluble, aumentan el volumen de las heces y su contenido en agua.

Son una buena ayuda y las podemos llevar a cualquier parte. Pondremos en remojo la noche anterior una cucharilla de semillas de lino en un vaso con agua filtrada o embotellada y lo tomaremos a la mañana siguiente.

Si fuese necesario, repetir la operación a la mañana y a la noche. También podemos tomar algún complemento rico en magnesio, que regula muy bien el peristaltismo intestinal.

¡No dejéis que el estreñimiento os amargue el viaje!

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