Alteraciones hormonales femeninas III

La salud es un equilibrio con el ambiente que nos rodea. Es la forma como nos relacionamos con nuestro entorno a través de lo que comemos, bebemos, respiramos, sentimos… A nivel celular es el equilibrio con el medio que rodea a las células: la matriz extracelular. Es lo que llamamos la homeostasis.

 Continuación del post: Alteraciones hormonales femeninas II

La salud: ni deficiencia ni exceso

Hay cuatro constantes físicoquímicas del medio interno que nos permiten definir la salud desde un punto de vista cuantitativo y son:

  • pH grado de acidez-alcalinidad
  • rH2 nivel de oxidación-reducción
  • ρ (resistividad) la concentración de electrolitos
  • Na/K la relación sodio-potasio

Estos cuatro aspectos nos definen las condiciones de homeostasis y son válidas tanto cuando nos referimos a la matriz extracelular como a las células.

Los dos primeros aspectos (pH y rH2) son esenciales para que tengan lugar las reacciones del metabolismo correctamente, ya que todas las reacciones mediadas por enzimas tienen lugar en unas condiciones muy concretas tanto en lo que se refiere al pH como al nivel de óxido-reducción del medio. Pensemos en que la producción de estrógenos, progesterona, etc., tiene lugar en unas condiciones fisicoquímicas determinadas.

La concentración de electrolitos (ρ) que nos mide la resistividad es de vital importancia; todos entendemos lo que representa la dilución o la saturación en cualquier proceso químico. Podemos extrapolar el concepto de concentración y/o dilución a las moléculas, los metabolitos, etc. Las situaciones de deficiencia y/o de exceso no son compatibles con la salud en ningún caso, pensemos en una anemia ferropénica o en una hemocromatosis como ejemplo.

La relación sodio-potasio (Na/K) viene determinada por el balance de los alimentos que consumimos

El desequilibrio de cualquiera de las constantes va a producir enormes alteraciones en el equilibrio hormonal y por eso debemos hacer un abordaje causal y buscar hasta encontrar lo que provoca esas alteraciones.

La alimentación: herramienta básica

La principal herramienta para conseguir una regulación del medio interno es la alimentación. Tomando alimentos integrales regulamos el equilibrio ácido-base (pH), comiendo alimentos biológicos regulamos el nivel de oxidación-reducción (rH2), cuidando que los riñones funcionen bien controlamos la concentración de electrolitos (ρ) pero esto no es suficiente. Nuestra experiencia nos demuestra que es imprescindible tener en cuenta la relación sodio/potasio (Na/K) en la dieta.

El equilibrio sodio/potasio en los alimentos es una aproximación cuantitativa a los conceptos yin-yang de la Medicina Tradicional China.

hormonales2Tabla 2. Aspectos bioenergéticos de los alimentos

En la tabla precedente observamos que los alimentos de origen animal son ricos en sodio, mientras que los alimentos vegetales lo son en potasio.

Dependiendo del balance de alimentos de calidad animal/vegetal vamos a tener unas alteraciones en el equilibrio hormonal que pueden llegar a producir patologías por deficiencia o por exceso, muy variadas.

Hábitos alimenticios actuales y su repercusión en el equilibrio hormonal

Nuestra sociedad está sobrealimentada, pero enferma. En los últimos años ha acontecido un cambio en los hábitos alimenticios que tiene unas repercusiones importantísimas en lo que a la salud se refiere. En primer lugar debemos reflexionar en torno al hecho de que comemos en exceso unos alimentos que en el pasado no estaban disponibles para la mayoría de la población y hemos dejado de comer los alimentos tradicionales que han sido la base y el sustento de las generaciones que nos han precedido.

Comemos una cantidad excesiva de alimentos de origen animal, particularmente carne y huevos. Estos dos grupos de alimentos los definiremos energéticamente como yang.

Suponen dos o tres veces más proteínas que las que necesitamos y un sobreconsumo de grasas saturadas con el correspondiente desequilibrio en el aporte de ácidos grasos de la serie omega 3 y omega 6. El exceso de ácido araquidónico va a provocar un desequilibrio en las prostaglandinas de la serie 1 y de la serie 2 con las correspondientes alteraciones hormonales.

Estos alimentos, que son salados, pesados, duros, secos y de naturaleza calentadora, van a ser responsables de la formación de masas y tumores en los órganos reproductores de las mujeres. Además, por su carácter altamente oxidante van a acelerar el envejecimiento, la menopausia y el cáncer de ovario.

Continuará en el post: Alteraciones hormonales femeninas IV

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