El asma y la bronquitis

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Ayer se celebró el Día Mundial del Asma y la Bronquitis y he querido aportar mi visión en este desorden tan común, tanto en la prevención como en la curación, siempre teniendo en cuenta la alimentación como herramienta de primer orden para la curación de ambas enfermedades.

El Día Mundial del Asma se celebra anualmente desde 1998 el primer martes de mayo. Esta conmemoración fue instituida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Iniciativa Global para el Asma (GINA) con el fin de mejorar el conocimiento de esta enfermedad y recabar la atención de la sociedad en general, mejorando los cuidados de los pacientes asmáticos de todas las edades.

El asma y la bronquitis

El asma es una enfermedad crónica del aparato respiratorio que se produce por ensanchamiento de las mucosas de las vías respiratorias al inflamarse. Esto provoca la contracción de la musculatura lisa de los tejidos afectados que da lugar a la dificultad para respirar. La diferencia con la bronquitis está en que en el asma la inflamación de las vías respiratorias es fácilmente reversible.

Ambas afectan al 6% de la población adulta, pero son mucho más frecuentes en edades infantiles con una historia clínica de catarros recurrentes, o con antecedentes familiares. En el mundo hay más de 150 millones de afectados y a día de hoy la enfermedad no tiene cura desde la medicina oficial.

En los últimos veinte años se ha registrado un aumento en su incidencia debido en parte a la contaminación ambiental y sobre todo al profundo cambio en los hábitos alimenticios de las generaciones jóvenes. Hablamos de «la generación del yogurt y del colacao».

La medicina oficial sabe que tanto el asma como la bronquitis las produce una inflamación crónica de las vías aéreas, pero desconoce la causa de esta inflamación. Describe como posibles desencadenantes a los alérgenos ambientales, la contaminación atmosférica, el clima frío y húmedo, la presencia de ciertos microbios, los trastornos psíquicos y el estrés; relaciona las crisis de asma con el consumo de ciertos alimentos…

Como la causa es multifactorial y poco concreta, el tratamiento de ambas enfermedades actúa sólo sobre los síntomas. Incluye principalmente medicamentos como adrenalina, broncodilatadores, antihistamínicos y corticosteroides. En sus formas más graves el paciente puede sufrir enfisema, bronquiectasias o neumonía.

La visión de la Medicina Integrativa

La Medicina Integrativa resalta el papel fundamental que ejerce la nutrición a la hora de producir mejoras en los pacientes a través de un programa de alimentación individualizado y ajustado a su enfermedad.

Los alimentos que definimos como yin, son de naturaleza fría y húmeda y son responsables de la inflamación de las mucosas. Igualmente debilitan al sistema inmune favoreciendo las infecciones y desencadenan la reacción exuberante en los procesos alérgicos. También son altamente productores de moco.

Entre todos los alimentos yin destacan la leche y los derivados lácteos como causantes de todos los proceso enumerados: catarros, bronquitis, asma, alergias, etc.

Si tenemos en cuenta que la leche y la fruta son los alimentos más consumidos en el hogar y que los niños toman mucha más cantidad que los adultos en proporción a su peso, entendemos rápidamente la epidemiología de estas enfermedades. Las remisiones espontáneas que reporta la medicina oficial tienen que ver en muchos casos con el cambio radical de los hábitos alimenticios del paciente, que aunque sigue viviendo en ambientes con contaminación ambiental y/o clima frío y húmedo, ya no tiene dificultades respiratorias

La dieta de cada paciente tiene que ser individualizada, pero en todos los casos debe ser ligeramente más seca y más salada que hasta ahora.

 

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